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martes, 21 de marzo de 2023

21 DE MARZO: DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL


El 21 de marzo de 1960 en Sharpeville, Sudáfrica, la policía reprimió una manifestación pacífica contra la Ley de Pases del régimen del apartheid, asesinando a 69 personas. Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como "Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial".


La Ley de Pases fue un sistema utilizado para controlar el movimiento de las personas negras e indias, quienes requerían llevar un pase que autorizara su presencia en áreas restringidas. Los pases especificaban las áreas en las que las personas tenían autorización para circular o estar, cualquiera que fuera encontradx fuera de sus áreas permitidas, era arrestadx.


Pensar en perspectiva de géneros, visibilizando el racismo, nos permite incorporar nuevas herramientas para el análisis. En 1851, Sojourner Truth, persona ex esclavizada, abolicionista y activista, pronunció en Ohio, Estados Unidos, el discurso Ain’t I a woman? (¿Acaso yo no soy una mujer?) en el que plantea:


"Ese hombre de ahí dice que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carrozas y para sortear las zanjas, y para que tengan los mejores sitios en todas partes. Nunca nadie me ha ayudado a subir a las carrozas o a saltar un charco de barro, o me ha ofrecido el mejor sitio. ¿Acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mi brazo! ¡He arado y cultivado, y he recolectado todo en el granero, y nunca ningún hombre lo ha hecho mejor que yo! ¿Y acaso no soy una mujer? Podría trabajar tanto y comer tanto como un hombre, cuando puedo conseguir comida, ¡y también soportar los latigazos! ¿Y acaso no soy una mujer? Tuve trece hijos y vi cómo todos ellos fueron vendidos como esclavos y cuando chillé junto al dolor de mi madre, ¡nadie, excepto Jesús, me escuchó! ¿Acaso no soy una mujer?".


Estas palabras serán claves para interpelar cómo su vida no solamente estaba atravesada por la desigualdad de género sino también por la marca de la racialización y la clase. Las identidades generizadas y racializadas, migrantes, de pueblos originarios, enfrentan muchas opresiones que no pueden analizarse por separado porque en todos los casos existe una constante: la naturalización de la desigualdad para justificar relaciones de poder basadas en las diferencias biológicas y fenotípicas. Tanto el sexismo como el racismo presentan las mismas bases estructurales y no pueden disociarse, en tanto dejan en las personas marcas de opresión.


¡Sigamos luchando por una sociedad libre de racismo, xenofobia y discriminación!