En 1945, los países fundadores de la ONU acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan. Es por eso que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 10 de diciembre Día de los Derechos Humanos. Ese día, en 1948, es firmada la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos del Humanos, la Asamblea General exprimió que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo". Los Derechos Humanos se sostienen sobre dos pilares esenciales de la humanidad: la libertad y la plena igualdad entre todos los seres humanos. Condiciones inherentes a todo ser humano sin ningún tipo de limitaciones, sean éstas: culturales, económicas, étnicas, sexuales, etc. El concepto de Derechos Humanos hace referencia al sentido de la dignidad humana antes que a cualquier formulación jurídica o política.
Debido a la importancia de la Declaración muchos países la han incorporado a sus constituciones para que de esa forma, las personas reciban protección legal y tengan la seguridad de que sus derechos se cumplirán.