Felisa tuvo que esperar cuatro décadas para describir ante un tribunal oral de Comodoro Py la detención de su esposo, el obrero y sindicalista gráfico Ramerio Pérez y de su hijo mayor Eduardo Alfredo Pérez, de 20 años, arrancados del domicilio familiar en Villa Celina, La Matanza, el 10/10/1977, y desaparecidos vistos con vida en el CCD Club Atlético.
El segundo hijo de la pareja, Jorge Luis Pérez, joven activista del MEDH, apareció muerto en la localidad de Haedo el 16/10/1980, a causa, según la policía, de un presunto accidente que la justicia no investigó. Lila quedó sola con el menor, quien también presenciara las detenciones del 77. Hijo de una familia emblemática de la clase trabajadora, el psicólogo Fernando Pérez Sotelo, convertido en querellante y testigo, reconoció a ocho represores al declarar en el juicio ABO-3. Todos fueron condenados.
¡Hasta la memoria siempre, Lila!
SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS
SUTEBA