El lunes 18 de enero se realizó el lanzamiento de la campaña de vacunación contra el COVID-19 "Buenos Aires Vacunate", con la participación de los Sindicatos integrantes de la CTA de lxs Trabajadorxs, la CGT y la CTA Autónoma, la Ministra de Trabajo bonaerense, Mara Ruiz Malec, y el Ministro de Salud, Daniel Gollan.
Hoy estamos, después de un largo año de trabajar en la resistencia al COVID-19, de frente al momento en que podemos tomar la delantera. Llegan las vacunas y es la hora de organizarnos para poder aplicar millones de dosis en poco tiempo.
Empezó la vacunación contra el COVID-19 y el mundo empieza a transitar un camino que tiene algo de conocido - revisitando experiencias anteriores- y, al mismo tiempo, algo inédito por la magnitud y la intensidad con las que esta pandemia nos ha asolado.
La vacunación se propone evitar el contagio en aquellas personas vulnerables que pudieran desarrollar con mayor probabilidad que otras, formas graves o mortales, y limitar la circulación del virus a partir del fenómeno de inmunidad de rebaño (generado en este caso por la respuesta del sistema inmune a la inmunización y no por la enfermedad).
Nuestro país se cuenta entre aquellos que anticipó la compra de vacunas a varios de los laboratorios y países productores, y ya recibió las primeras dosis en los últimos días del 2020.
En la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a las áreas estratégicas definidas como prioritarias para el funcionamiento de la sociedad y el Estado, lxs Trabajadorxs de la Educación, junto a lxs Trabajadorxs de la Salud y de seguridad, somos parte de los primeros grupos de población que serán vacunados.
Así como desde el inicio de la pandemia desde el SUTEBA pusimos solidariamente a disposición del Ministerio de Salud de la Provincia nuestra infraestructura en Salud, hoteles y Casas del Docente, en esta oportunidad vamos a acompañar poniendo a disposición nuestros Centros de Salud y algunas Sedes sindicales para concretar la vacunación de la docencia bonaerense a través de nuestra obra social, el IOMA.
La decisión política del Gobierno y la planificación del Estado resultan fundamentales para definir políticas de cuidado a la población y para asegurar el acceso a las vacunas. Sin embargo, el equipamiento técnico y administrativo del Estado no basta, no solo en términos cuantitativos sino cualitativos. El Estado debe llegar con sus políticas de cuidado a esa matriz de la organización social que solo las Organizaciones construidas desde la base conocen, reconocen y sostienen.
Este momento de la pandemia y de la actividad incansable del ser humano por su control nos ubica ante un nuevo desafío. Tal como cuando en la década del ‘50 hubo que limitar el avance de la poliomielitis en el mundo, como cuando se logró erradicar la viruela hace cuarenta años, las hazañas no se limitaron al logro irreemplazable de los equipos de científicxs que en los laboratorios desarrollaron las vacunas, sino que fueron imprescindibles las voluntades de miles que cubrieron el planeta llevando la inmunización a cada rincón donde había un susceptible ante la infección, a cada rincón en que esa susceptibilidad debilitaba la salud de toda la humanidad.
Es por eso que lxs Trabajadorxs, a través de las Organizaciones Sindicales, tenemos para aportar estrategias y espacios de comunicación, acción política organizada, recursos materiales de cuidado de la salud de lxs Trabajadorxs y sus familias construidos a lo largo de los años y puestos actualmente al servicio del control de la pandemia y de la salud en general en este contexto adverso. Militancia organizada, puesta al servicio de la Salud de la población.
ACCEDÉ AL PLAN PROVINCIAL PÚBLICO, GRATUITO Y OPTATIVO CONTRA EL COVID-19.
¡REGISTRATE EN vacunate.ms.gba.gov.ar!
Hoy estamos, después de un largo año de trabajar en la resistencia al COVID-19, de frente al momento en que podemos tomar la delantera. Llegan las vacunas y es la hora de organizarnos para poder aplicar millones de dosis en poco tiempo.
Empezó la vacunación contra el COVID-19 y el mundo empieza a transitar un camino que tiene algo de conocido - revisitando experiencias anteriores- y, al mismo tiempo, algo inédito por la magnitud y la intensidad con las que esta pandemia nos ha asolado.
La vacunación se propone evitar el contagio en aquellas personas vulnerables que pudieran desarrollar con mayor probabilidad que otras, formas graves o mortales, y limitar la circulación del virus a partir del fenómeno de inmunidad de rebaño (generado en este caso por la respuesta del sistema inmune a la inmunización y no por la enfermedad).
Nuestro país se cuenta entre aquellos que anticipó la compra de vacunas a varios de los laboratorios y países productores, y ya recibió las primeras dosis en los últimos días del 2020.
En la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a las áreas estratégicas definidas como prioritarias para el funcionamiento de la sociedad y el Estado, lxs Trabajadorxs de la Educación, junto a lxs Trabajadorxs de la Salud y de seguridad, somos parte de los primeros grupos de población que serán vacunados.
Así como desde el inicio de la pandemia desde el SUTEBA pusimos solidariamente a disposición del Ministerio de Salud de la Provincia nuestra infraestructura en Salud, hoteles y Casas del Docente, en esta oportunidad vamos a acompañar poniendo a disposición nuestros Centros de Salud y algunas Sedes sindicales para concretar la vacunación de la docencia bonaerense a través de nuestra obra social, el IOMA.
La decisión política del Gobierno y la planificación del Estado resultan fundamentales para definir políticas de cuidado a la población y para asegurar el acceso a las vacunas. Sin embargo, el equipamiento técnico y administrativo del Estado no basta, no solo en términos cuantitativos sino cualitativos. El Estado debe llegar con sus políticas de cuidado a esa matriz de la organización social que solo las Organizaciones construidas desde la base conocen, reconocen y sostienen.
Este momento de la pandemia y de la actividad incansable del ser humano por su control nos ubica ante un nuevo desafío. Tal como cuando en la década del ‘50 hubo que limitar el avance de la poliomielitis en el mundo, como cuando se logró erradicar la viruela hace cuarenta años, las hazañas no se limitaron al logro irreemplazable de los equipos de científicxs que en los laboratorios desarrollaron las vacunas, sino que fueron imprescindibles las voluntades de miles que cubrieron el planeta llevando la inmunización a cada rincón donde había un susceptible ante la infección, a cada rincón en que esa susceptibilidad debilitaba la salud de toda la humanidad.
Es por eso que lxs Trabajadorxs, a través de las Organizaciones Sindicales, tenemos para aportar estrategias y espacios de comunicación, acción política organizada, recursos materiales de cuidado de la salud de lxs Trabajadorxs y sus familias construidos a lo largo de los años y puestos actualmente al servicio del control de la pandemia y de la salud en general en este contexto adverso. Militancia organizada, puesta al servicio de la Salud de la población.
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