El "Operativo Enseñar 2017", que se impulsa desde el Ministerio de Educación, tiene una concepción totalmente opuesta a lo que defendemos desde nuestro Sindicato y desde CTERA: las evaluaciones deben ser de carácter integral, formativo y contextualizado, conforme a nuestros diseños curriculares vigentes y en consonancia con la Ley de Educación Nacional.
El 31 de octubre, el gobierno piensa llevar adelante un operativo de evaluación hacia lxs estudiantes que tendrá carácter muestral en algunas jurisdicciones (como en Buenos Aires) y, en otras, carácter censal.
Se realizará sobre lxs alumnxs de 4° año de los Profesorados de Educación Primaria y de otrxs Profesorados de asignaturas del ciclo básico de la Educación Secundaria.
Fue diseñado como un dispositivo estandarizado con ausencia de un debate participativo y la descalificación e invisibilización de investigaciones realizadas anteriormente. Se plantea en un contexto de ajuste, subejecución de presupuesto, negación de la paritaria y deslegitimación de lxs Docentes y de las organizaciones sindicales.
La "evaluación educativa" aparece como primer paso hacia nuevas reformas y es una estrategia diseñada por organismos como el Banco Mundial, que se viene aplicando ya en otros países de la región como Chile, Ecuador y México.
Ante este panorama, es importante preguntarnos:
¿Por qué elegir pruebas estandarizadas que no miden procesos de enseñanza y aprendizaje sino resultados?
¿Para qué evaluar resultados al margen de las condiciones en que se producen los procesos?
¿Qué usos se quieren hacer de los resultados obtenidos?
¿Qué lugar se le da a todos los procesos de evaluación realizados al interior de los Institutos y a los saberes que estos producen?
¿Puede enseñarse de un modo y evaluarse de otro?
Por todo lo expuesto, volvemos a ratificar, desde SUTEBA y CTERA, nuestro total rechazo a los Operativos Enseñar y Aprender 2017 y a la reforma antieducativa que intenta impulsar el gobierno nacional.