Al momento de su muerte, el 14 de marzo de 2018, era concejala de Río de Janeiro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Brasil, además de haber sido una comprometida activista por los DDHH.
Desde su lugar, denunció la militarización como política de seguridad en la escalada ascendente de la derecha. Su asesinato sigue impune a un año de su asesinato.
Su lucha fue, es y será la de todxs aquellxs comprometidxs con su realidad social y los DDHH, su recuerdo siempre estará presente con nosotrxs.
