En el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Argentina en 1990, la Asamblea del Movimiento Feminista Latinoamericano, tomando en cuenta que las complicaciones por el Aborto inseguro y clandestino constituyen la primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos de los países de la región, decidió declarar el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización y Legalización del Aborto.
En la Argentina, se calcula que abortan clandestinamente entre 460.000 y 500.000 mujeres al año, lo que demuestra que la penalización resulta inútil. El año 2018 marcó un hito en la historia de la lucha de las mujeres: por primera vez, el Poder Legislativo trató el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. A pesar de que un puñado de Senadorxs decidieron quitarle el Derecho a decidir a miles de mujeres y personas gestantes, fue un hecho histórico.
El Aborto clandestino es un problema de Salud Pública, de Justicia Social y de Derechos Humanos.
Por esto, desde el SUTEBA adherimos a los objetivos de la "Campaña Nacional por al Aborto legal, seguro y gratuito" y continuamos exigiendo, como lo hicimos siempre, la efectiva implementación en todos los Niveles y Modalidades de la Educación Sexual Integral.
Queremos que los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos sean reconocidos como Derechos básicos de todas las personas. Para eso, es necesario garantizar el acceso universal a los Servicios Públicos de Salud y Educación que los sostienen.
Nuestro lema, así como nuestro trabajo de años, es integral: "Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir". Para que esto se cumpla y avancemos como sociedad, es necesario realizar modificaciones integrales en los sistemas de Educación, Salud y Justicia.
Exigimos que el Aborto sea legal para que las personas gestantes que decidan interrumpir un embarazo tengan atención segura y gratuita en los hospitales públicos y obras sociales de todo el país.
La defensa del Derecho al Aborto es una causa justa en razón de su contenido democrático y de justicia social, que busca asegurar el goce de los Derechos Humanos a las mujeres, todavía privadas de ellos.
Trabajar por el Derecho al Aborto en razón de justicia social es reconocer que en el contexto latinoamericano, sumido en la pobreza y la desigualdad social, son las mujeres pobres quienes sufren o mueren por abortos realizados en clandestinidad, excluidas también de otros bienes culturales y materiales.La ilegalidad del Aborto da lugar a prácticas diferenciadas según la condición socio-económica de la mujer y a la falta de información.
¡No queremos ni una sola muerta más por abortos clandestino!
Para poder decir NI UNA MENOS, también necesitamos aborto legal.Queremos ampliar la Democracia, garantizando este Derecho a las afectadas por una sociedad patriarcal que limita, vulnera y subordina al 52% de la población. Una Democracia verdadera debe atender nuestra salud, proteger nuestra vida y habilitar nuestras decisiones frente al dilema de un embarazo no deseado.
Nos inspira la necesidad de un Estado laico: las directivas de las iglesias no deben ser colocadas por encima del Derecho a la libre decisión de las personas.
Por nuestros Derechos, por la autonomía de nuestros cuerpos y por una Salud Pública para todxs, hoy y siempre exigimos:
¡EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR, ABORTO LEGAL PARA NO MORIR!