https://www.elcohetealaluna.com/priorizar-la-educacion-cuidando-la-vida/
30/05/2021
Hay que buscar las mejores estrategias sin necedad ni cinismo.
Por Roberto Baradel
Otra vez asistimos a una estrategia ruin, corrosiva e inescrupulosa que se da en términos de disputa electoral en el marco de una pandemia, en momentos en donde se registra el pico de contagios más importante desde su inicio. La irresponsabilidad del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta no tiene límites, su hipocresía tampoco. Siendo la jurisdicción más rica del país y la que en mejores condiciones está para garantizarle a los estudiantes alternativas a la no presencialidad temporal mientras baja la curva de contagios, opta, como lo hizo esta última semana, por dejar directamente a las/os chicas/os sin clases (que las/os compañeras/os de UTE no le dejaron pasar promoviendo la virtualidad) y anunciar, paradójicamente, que a partir del lunes se retoman las clases presenciales en los niveles inicial, primario y la modalidad especial. Le mienten a la sociedad repitiendo hasta el cansancio que en las escuelas no se dan los contagios. O directamente que la presencialidad, con la movilidad de personas que conlleva, no incide en el aumento de los mismos. Afirmaciones refutadas por imperio de la realidad, en el plano nacional como internacional.
Ni que decir sobre las consideraciones de la abrumadora mayoría de médicos e epidemiólogos. Las cifras muestran que en nuestro país, desde que comenzó la actividad más intensa o plena a partir de marzo –que por supuesto incluye la vuelta a la presencialidad– empezó a registrarse un aumento acelerado de los casos, que nos llevó a los niveles actuales. Pero, además, se verifica que las medidas más restrictivas en la circulación de personas que adoptó el gobierno de Axel Kicillof en el ámbito de la provincia de Buenos Aires han sido más efectivas en el combate contra el Covid-19, que las que adoptó su par en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si alguno quisiera valerse sólo de la experiencia y de la evidencia internacional, bastaría con ver las medidas que se han tomado en otros países o leer informes como el publicado en la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet sobre la presencialidad en las escuelas con relación a la pandemia. Allí se concluye: "Hacer escuelas más seguras va de la mano de reducir la transmisión comunitaria, y ese es el escenario para que las escuelas reabran". ¿Asistimos a una especie de necedad o de cinismo, por parte del gobierno porteño, de la oposición y de las corporaciones mediáticas? Lamentablemente, ambas cosas. Pretenden dañar política e institucionalmente al gobierno, para deslegitimarlo y que pierda caudal electoral. Mientras tanto le infringen un daño terrible a nuestra sociedad. Está claro que es una discusión sanitaria y no educativa, aunque pretendan desviar la atención y relativizar el impacto de los contagios y las muertes. Todas/os deseamos cuánto antes poder volver a la presencialidad, eso no está en discusión. Mientras tanto, de manera temporal, hay que buscar las mejores estrategias para priorizar la educación, cuidando la vida.
El "gurú" de Juntos por el Cambio
Esta semana, como parte de sus apariciones pausadas pero sistemáticas en la política argentina, Jaime Durán Barba sostuvo: "El gobierno de Macri se hubiera caído con esta misma pandemia, con esta misma inflación y con este mismo encierro. Hoy tenemos felizmente a Baradel y a Moyano defendiendo al gobierno y logrando una estabilidad". Lo que no dice el "gurú" de Juntos por el Cambio es que, con este escenario, un gobierno de Mauricio Macri hubiera sido una catástrofe para nuestro país. "Que se contagien los que se tengan que contagiar y que se mueran los que se tengan que morir", es lo que le dijo a Alberto Fernández al inicio de esta pandemia. Palabras más, palabras menos. Lo mismo que uno de los directivos del Ingenio Ledesma le dijo a la comisión interna cuando le fueron a reclamar medidas de protección. ¿Casualidad? No, por supuesto que no. Nexo causal e idéntica concepción de un sector que se cree superior y que prioriza sus privilegios y la acumulación de ganancias en cualquier circunstancia, sin importar las consecuencias ni el daño que provocan.
No hubiera existido un Estado presente para los sectores que menos tienen, ni para las pymes, y nos hubieran querido bajar los salarios y derogar los derechos que conquistamos como trabajadores, en nombre de la austeridad fiscal y del cumplimiento a rajatabla de las condiciones leoninas e impagables, tal cual ellos mismos acordaron, de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ni hablar de la salud y la educación. Su espejo es Jair Bolsonaro, sin dudas.
Los sectores combativos del sindicalismo argentino de la CGT y la CTA-T –que resistimos la imposición de las políticas neoliberales durante el gobierno de Macri– defendemos los derechos de los trabajadores y, en consecuencia, defendemos a gobiernos como el de Alberto y Axel, como lo hicimos con el de Néstor y Cristina, como lo hicimos con Perón, porque defienden nuestros derechos y nos hacen parte en la construcción de un país con justicia social, independencia económica y soberanía política. Con trabajo, producción, salud y educación, aún en circunstancias tan difíciles como las que estamos viviendo. La otra visión de país y sus consecuencias nefastas ya las vivimos con las dictaduras cívico-militares y los gobiernos neoliberales. Por eso, vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no volver a sufrirlos. En este nuevo aniversario del Cordobazo, gesta histórica del movimiento obrero en comunión con los estudiantes y con gran parte de la sociedad, les rendimos homenaje a dirigentes como Elpidio Torres, Atilio López, Agustín Tosco y mártires como Máximo Mena. Y en ellos, a todas/os aquellas/os que representan las mejores tradiciones del sindicalismo argentino.
Dedicado a Hilda Cabrera, hija de Delfo Cabrera, militante peronista, Secretario General de la CTA-T Avellaneda. Compañera entrañable de luchas, convicciones y sueños que partió a la inmortalidad el 24/05/2021.