El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento en el que se asientan principios morales, garantías fundamentales y derechos inalienables de todas las personas que habitan este mundo.
Los Derechos Humanos se sostienen sobre dos pilares esenciales de la humanidad: la libertad y la plena igualdad entre todas las personas. El concepto de Derechos Humanos hace referencia al sentido de la dignidad humana antes que a cualquier formulación étnica, cultural, jurídica o política.
Nuestro país incluye la Declaración Universal de Derechos Humanos y le da jerarquía constitucional a partir de la Reforma de 1994. De esta manera, nuestra Constitución sitúa la Declaración en la misma jerarquía que tiene la propia Constitución.