1) De haber transcurrido ocho meses sin que nos hayan pagado nuestros haberes devengados, y
2) Viendo que los vales de tesorería que obtenemos al firmar los dobles recibos que figuran al pie de las planillas que firmamos, no valen casi nada en el comercio; suspendemos las tareas de la Escuela a nuestro cargo hasta que el excelentísimo Gobierno nos haga justicia y nos pague. (El Monitor de Educación Común, dic. de 1881, Tomo I: 52-53)
Sarmiento avaló esta protesta y, además, denunció que los recursos que otorgaba la Nación para el mantenimiento de las Escuelas, eran usados por muchos gobierno provinciales para otros fines.
Fuente: Secretaría de Formación Político Sindical, Libro "Clase Trabajadora, nuestra historia".