Este día tuvo su origen el 28 de mayo de 1987, en el V Encuentro Internacional de Mujeres y Salud realizado en Costa Rica, que sentó las bases para reafirmar y garantizar el derecho de todas las mujeres y niñas alrededor del mundo de gozar de una Salud integral a lo largo de toda su vida.
La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) propuso instaurar este día de acción global como recordatorio para abordar las múltiples causas de enfermedad y muerte que afectan a las mujeres y trabajar en favor de su atención, prevención y tratamiento.
La Salud integral se expresa mucho más allá de lo biológico o incluso de lo bio-psico-social y su determinación está dada por factores diversos que expresan una compleja trama social, cultural, económica, histórica y profundamente política y colectiva.
En estos 35 años es mucho camino el que se ha recorrido, con debates globales y regionales, especialmente de la mano de las Organizaciones de mujeres y personas LGBTI+. Se han visibilizado claramente las diferencias y desigualdades en lo que refiere a la Salud y calidad de vida de hombres y mujeres. Se ha podido problematizar el origen de esas diferencias superando las explicaciones biológicas con abordajes que, desde la complejidad, tratan los componentes sociales, históricos, económicos y culturales de esas desigualdades; además de abordar esas diferencias superando la categoría binaria de sexo por la perspectiva de géneros con la diversidad que representa.
Se hace necesario trabajar en las formas de superar esa brecha que se expresa en la salud de las mujeres y personas LGBTI+ pero que encuentra codeterminantes en otros espacios: Educación, Trabajo, Economía y Seguridad.
En lo que refiere al sector salud, es importante trabajar en esa desnaturalización de las diferencias y generar transformaciones en el sistema que garanticen la equidad y el acceso de las mujeres y personas LGBTI+ a la atención y a las políticas de promoción, prevención y cuidados; trascendiendo los temas de la Salud sexual y reproductiva.