La Salud integral, se expresa mucho más allá de lo biológico o incluso de lo biopsicosocial y su determinación está dada por factores diversos que expresan una compleja trama social, cultural, económica, histórica y profundamente política y colectiva.
El marco jurídico y el sistema de derechos en nuestro país, nuestra región y el mundo ha crecido a en los últimos años de la mano del movimiento de mujeres y LGBTI+, el feminismo, los movimientos sociales, las Organizaciones Sindicales y de Derechos Humanos, interaccionando en la construcción del lugar que ocupan los derechos de las mujeres y las personas LGBTI+.
La lucha por la igualdad de género en las agendas de los Gobiernos, las instituciones y en la de las comunidades ha construido su lugar. Lugar ganado en las calles y a lo largo de la historia.
Llegar hasta aquí no ha sido fácil y es mucho lo que falta por lograr para que sea posible para todxs vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades, exenta de violencias. Una vida en la cual la sexualidad y la reproducción se ejerzan desde la autonomía y la libertad.
En este crecimiento colectivo e intergeneracional, en que mucho se ha avanzado en la conceptualización y el entendimiento de las acciones que naturalizan la desigualdad de género y sus consecuencias en la salud de las mujeres, los objetivos se han ido modificando, ampliando y profundizando en aras de alcanzar mejores condiciones para el desarrollo de la vida de millones de mujeres y LGBTI+ en la actualidad y en las futuras generaciones.
Desde 1987, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, hizo la propuesta de instaurar un día de acción global a favor de la salud de las mujeres, y en 1988 se conmemoró el primer 28 de mayo con el lanzamiento de la Campaña para la Prevención de la Morbilidad y Mortalidad Materna. A mediados de los 90 se avanzó al impulsar en la región la Campaña por el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos.
En la medida que las organizaciones de mujeres han ido fortaleciendo sus liderazgos y su capacidad de incidencia frente a los poderes públicos la Red (RSMLAC) se propone una Campaña (Permanente) por la Salud Integral y los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres y Niñas enfatizando el trabajo por su Salud integral, la plena vigencia de los derechos sexuales y derechos reproductivos como derechos humanos, en tanto se avanza en la conceptualización del espacio corporal como un territorio de autonomía y libertad de opciones.
Un 28 de mayo muy particular en 2020
Cada 28 de mayo la RSMLAC genera acciones en todo el planeta por el reconocimiento del derecho a la salud integral de las mujeres; hoy en medio de la pandemia, esa lucha se reafirma.
La crisis actual profundizó las desigualdades y violencias estructurales en especial sobre las mujeres, las personas LGBTI+ y las poblaciones vulnerables de la región. Las medidas restrictivas adoptadas en todo el mundo para luchar contra el COVID-19 intensifican el riesgo de violencia doméstica y aumentan la carga de trabajo en el hogar.
Embarazadas o que requieren ILE, especialmente aquellas con dificultades en el acceso a servicios de atención temen por su Salud a la hora de asistir a controles o no logran acceder a ellos.
Hoy, en esta situación inédita que vivimos como humanidad, la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito cumple 15 años. La enorme movilización por el derecho al aborto legal, que se produjo en 2018 en Argentina, es la coronación de una lucha de muchos años que tuvo sus hitos y puso en debate profundo los derechos de las personas gestantes construyendo un proyecto junto a millones que reclamamos el pleno ejercicio de nuestra ciudadanía.
Llegamos a este día, también, celebrando que la primera resolución del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual es aquella por la cual la provincia de Buenos Aires adopta el "Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo", con las actualizaciones incorporadas por el Ministerio nacional el pasado 12 de diciembre que claramente es un paso imprescindible en pos de evitar la muerte de cientos de mujeres por abortos clandestinos, como así también la posibilidad de que niñas que han sido abusadas sexualmente puedan interrumpir la gestación de una manera segura y con la celeridad y la contención que estos casos requieren.
En América Latina, en promedio 1 de cada 3 mujeres ha padecido violencia física o sexual en una relación íntima a lo largo de su vida. Una de las principales estrategias de control de los perpetradores de violencia doméstica es la de aislar a la víctima. La cuarentena y las medidas de aislamiento para prevenir la propagación del coronavirus pueden incrementar riesgos para la vida de las mujeres y personas LGBTI+ que viven en situaciones de violencia doméstica. Es por esto que en nuestro país y en nuestra Provincia la anticipación de políticas específicas para atender la demanda fueron instaladas a la par que el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio.
Según las estadísticas de la línea 144 del mes de marzo, en la provincia de Buenos Aires se atendieron 5.585 llamadas, de las cuales 1.862 fueron por violencia de género. En el 80% de los casos identifican al agresor como su pareja o ex pareja. De las llamadas registradas, se encontró que el 86% solicita información y asesoramiento, mientras que se registra un 12% de casos en situación de emergencia donde se realizaron las intervenciones correspondientes. El 55% se deriva a servicios gubernamentales, 48% a la policía y un 21% al juzgado.
A pesar de las acciones instrumentadas desde el Estado, el fortalecimiento de las redes de acompañamiento, el femicidio es el único delito que no se redujo con el Aislamiento Social, lo que demuestra una vez más la complejidad de la problemática.
Tenemos un Estado Nacional y Provincial que han entendido la necesidad de la creación de un Ministerio de Mujeres y que emprendieron el camino de la implementación de políticas públicas que comiencen a restar desigualdades en la historia de vida de las mujeres en singular y plural. En esta hora que la humanidad toda enfrenta un gran desafío, los Estados tienen la responsabilidad de garantizar la vida de las personas. En el caso de las políticas públicas que buscan promover la vida digna, la Salud integral y la seguridad de las mujeres y personas LGBTI+ deben avanzar a paso firme y a tiempo, pero de la mano de la participación de un colectivo que ha sabido hacer visibles sus derechos, que muy difícilmente deje de hacerse oír y defenderlos "ahora que estamos juntxs", aunque físicamente distanciadas en esta cuarentena.
Reafirmamos nuestro compromiso, junto al movimiento de mujeres, el feminismo, las Organizaciones Políticas y Sociales de luchar firmemente:
- Contra la feminización de la pobreza
- Por derechos sexuales y derechos reproductivos plenos
- Por Educación Sexual Integral en todas las Escuelas
- Por partos respetados, sin violencia obstétrica
- Por una maternidad voluntaria y sin riesgos
- Por aborto legal, seguro y gratuito
La Salud no solamente debe ser un enunciado.
¡Vivas, libres, con trabajo y con Salud nos queremos!
Secretaría de Salud
Secretaría de Igualdad de Géneros y Diversidad